Sandro Botticelli (1444/45-1510) se encuentra entre los más representados de los italianos del Renacimiento temprano. Sus encargos de poderosos italianos – entre ellos los Medici – originaron obras de arte superlativas, que reflejaron la representación de los ideales de la élite de su tiempo y caracterizan de manera imborrable hasta hoy nuestra imagen de la belleza y la exquisitez